Dentro de la Iglesia, los fieles tienen tanto derechos como obligaciones y es el tribunal eclesiástico quien realiza juicios sobre la reclamación de derechos de las personas. Es quien estudia la declaración de actos jurídicos como:

1. Las causas de declaración de nulidad del matrimonio.

2. Las causas de separación conyugal que se vayan a decidir por decreto del Arzobispo.

3. El proceso para la dispensa del matrimonio rato y no consumado.

4. El proceso para la disolución del matrimonio a favor de la fe, en cualquiera de sus formas.

5. El proceso de muerte presunta del cónyuge.

6. El procedimiento de remoción del veto de contraer nuevo matrimonio sin licencia del Ordinario del lugar, impuesto por un Tribunal Eclesiástico.

También estudia los delitos que pudieran llevarse a cabo dentro de las comunidades cristianas como, por ejemplo, los sacrilegios contra la Sagrada Eucaristía.

El Tribunal Eclesiástico apoya al Arzobispo en diversidad de actos jurídicos; los recibe, los estudia y da una sentencia a través de un juicio. De igual manera, cuando el Arzobispo da un cuestionamiento sobre algún asunto que se necesite resolver, el Tribunal le da el consejo y el voto para que en una última etapa él tome la decisión.

El Vicario Judicial, es quien coordina el tribunal y quien actúa a nombre del Arzobispo, apoyado de los Jueces diocesanos y con la colaboración del Defensor del Vínculo, del Notario y de otros colaboradores del Tribunal Eclesiástico. Es el responsable de coordinar y dar cuenta de las actividades mencionadas y juicios que pudieran darse; clasifica los archivos y expedientes que se van recabando con las investigaciones que realiza el Tribunal Eclesiástico.