Episcopologio

NUESTROS PASTORES

Mons. Rafael García González

IX Obispo de León

Nació en Guadalajara, Jalisco, el 10 de mayo de 1926. A los cuatro años, su mamá falleció y fue entonces cuando se despertó en él la vocación al sacerdocio.

Su familia materna registra un impresionante historial multisecular de servicio a causa católica: su abuelo, el Lic. Cesáreo L. González y Fernández de San Salvador fue uno de los más brillantes ideólogos de la Cristiada y estrecho colaborador de Mons. Francisco Orozco y Jiménez, obispo cristero de Guadalajara. Su bisabuelo, el Lic. Cesáreo L. González de Rubalcaba, fue el gran opositor de las Leyes de Reforma de los Altos de Jalisco, e insigne protector de las Capuchinas exclaustradas. Su tatarabuelo, Don José Santiago González de Rubalcaba, fue Portaguión del Regimiento Provincia de Dragones de la nueva Galicia en 1810. Ingresó al Seminario Diocesano de Guadalajara el 4 de noviembre de 1937 en tiempos difíciles en que había que andar de un lugar a otro cambiando de casa, pero sin cambiar nunca su decisión de ser sacerdote.

El 4 de noviembre de 1947 fue enviado al Pontifico Colegio Latinoamericano de Roma donde realizó sus estudios en Teología y Derecho, obteniendo el grado de Doctor. Fue ordenado el 6 de abril de 1949 por el obispo de El Salto, Uruguay, Alfredo Viola, que por entonces se encontraba en Roma.

Ya de regreso a México el 9 de octubre de 19525, fue nombrado director espiritual y profesor del Seminario Menor de Guadalajara. Más tarde, director del Centro Diocesano de Vocaciones. El dinamismo característico de su vida, lo llevó a dirigir el Centro Nacional de Vocaciones y sin desligarse de este trabajo, fue nombrado director espiritual del Seminario Mayor.

El 12 de septiembre de 1967 fue nombrado director espiritual del Seminario Mexicano en Roma, y posteriormente, fue nombrado párroco de San Pedro Tlaquepaque a su regreso de Roma. Fue elevado a la dignidad de Monseñor el 10 de julio de 1972.

Siendo presidente del Consejo Presbiteral, fue llamado por Pablo VI para ser obispo titular de Urbisaglia y auxiliar de Guadalajara; fue ordenado obispo el 15 de agosto de 1972 por el Cardenal José Salazar López.

Tras dos años en ese cargo, fue nombrado por el Papa Pablo VI, X obispo de Tabasco el 15 de junio de 1974 y tomó posesión el 4 de julio del mismo año. Como obispo de Tabasco realizó un enorme trabajo pastoral destacando el incremento de vocaciones, las obras de caridad y el visitar prácticamente cada una de las regiones de aquella diócesis. El 11 de mayo de 1990 recibió la visita del Papa San Juan Pablo II quien consagró y dedicó la Catedral de aquella diócesis.

El 4 de enero de 1992 fue preconizado IX Obispo de la Diócesis de León de la que tomó posesión el 2 de febrero de 1992. En la Diócesis de León trabajó también intensamente durante casi tres años; reorganizó el clero y la catequesis, fundo varias casas de rehabilitación para drogadictos. Siempre se caracterizó por ser un hombre afable, sencillo, y poseedor de un enorme carisma.

Después de una penosa enfermedad falleció el 8 de noviembre de 1994 en medio de manifestaciones multitudinarias de duelo por parte de la grey que apacentó. Sus restos reposan en la Catedral Basílica Metropolitana de León.

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