Episcopologio
Nuestros Pastores

Mons. José María de Jesús Díez de Sollano y Dávalos
I Obispo de León
- 20/11/1820
- 7/06/1881
Nació en la ciudad de San Miguel de Allende, Gto., el 20 de noviembre de 1820. Fue ordenado el 1 de junio de 1844. Siendo Párroco del Sagrario Metropolitano de México, S.S. Pío Xi lo preconiza obispo de Tróade “in partibus infidelium”, el 7 de abril de 1862. Se había proyectado nombrarlo auxiliar del Arzobispo de México. Al crearse la Diócesis de León fue preconizado como su primer obispo el 25 de marzo de 1863 y consagrado el 12 de julio del mismo año, tomando posesión de su Diócesis el 22 de febrero de 1864.
Sin duda que muchas tareas desempeño el Sr. Sollano en su nueva Diócesis, pero sobresale la fundación del seminario diocesano el 25 de marzo de 1864, dedicándole, por su misma preparación, gran atención a programas y acciones de formación de los futuros sacerdotes.
Además de continuar la construcción de la iglesia Catedral, la organización de la Hacienda Episcopal y la visita a toda su Diócesis, el 4 y 5 de abril de 1864 erigió las parroquias de San Miguel y el Coecillo y el 1 de febrero de 1865 instaló en su Catedral al Venerable Cabildo. Fundó parroquias en la Diócesis, que llegaron a ser 27 al tiempo de su muerte.
Así mismo fundó el Seminario Conciliar en el Templo de los Ángeles que, posteriormente, se cambiaría al exconvento franciscano, donde actualmente hoy es Coppel, en el centro de la ciudad. Fundó además el cabildo catedralicio.
En el ámbito material concluye la Catedral Basílica de León y dedica su atrio a María Santísima. Consagró su diócesis y las demás diócesis mexicanas al Sagrado Corazón de Jesús.
Se dice que Diez de Sollano no solo destacó pastoralmente, sino que también en el plano académico. Desde el punto de vista de la filosofía se le considera dentro del grupo selecto de humanistas mexicanos teniendo como filosofía preferida la Aristotélico-Tomista; y en el ámbito de la teología se le considera como un gran opositor al pensamiento liberal antieclesiástico Fue rector de la Nacional y Pontificia Universidad de México de 1856 a 1864.
Fue un gran devoto de Santo Tomás de Aquino y toma la iniciativa de fundar la Academia Filosófica-Teológica bajo el nombre del mismo santo.
Dentro de sus estudios, destacan varios tratados sobre la Virgen de Guadalupe y las apariciones del Tepeyac y él acuña la famosa frase: “non fecit taliter omni nationi” (a ninguna otra nación ha honrado así en la tierra). Sobre la misma Virgen María, realiza varios sermones en torno a la Inmaculada Concepción, donde defiende dicho título y dogma que había sido declarado el 8 de diciembre de 1854 por S.S. Pío IX en la bula Ineffabilis Deus. DE hecho, es él quien regala al Seminario de León la imagen de la Inmaculada Concepción conocida más fervorosamente como “Virgencita del Seminario” que actualmente se venera y tiene su capilla en el Seminario Mayor.
Mons. Díez de Sollano y Dávalos tenía un parentesco con San José María de Yermo y Parres y fue debido a ello que el santo decide ingresar al Seminario de León. El mismo prelado lo ordenó sacerdote.
Murió santamente en León el 7 de junio de 1881. Su gobierno pastoral duró 18 años.