Episcopologio

NUESTROS PASTORES

Mons. José María de Jesús Díez de Sollano y Dávalos

I Obispo de León

Nació en la ciudad de San Miguel de Allende, Gto., el 20 de noviembre de 1820. Fue ordenado el 1 de junio de 1844. Siendo Párroco del Sagrario Metropolitano de México, S.S. Pío XI lo preconiza obispo de Tróade “in partibus infidelium”, el 7 de abril de 1862. Se había proyectado nombrarlo auxiliar del Arzobispo de México.

Al crearse la Diócesis de León fue preconizado como su primer obispo el 25 de marzo de 1863 y consagrado el 12 de julio del mismo año, tomando posesión de su Diócesis el 22 de febrero de 1864. 

Sin duda fueron muchas las tareas que desempeñó Mons. Díez de Sollano en su nueva Diócesis. Sobresalen la fundación del Seminario Diocesano el 25 de marzo de 1864, asignándole de manera provisional una casa anexa al Templo de los Ángeles como primer recinto; posteriormente, se mudaría al exconvento franciscano, donde actualmente hoy es Coppel, junto a la Parroquia del Sagrario, en el centro de la ciudad.

El mismo día de su toma de posesión, trasladó a la Catedral Provisional (hoy la Parroquia del Sagrario), la imagen venerada de la Madre Santísima de la Luz, la cual se encontraba en la Santa Escuela Jesuita, conocida también como la Compañía Vieja (hoy el Templo del Inmaculado), donde se veneraba desde 1732.

Continuó con la construcción de la Catedral leonesa y la dedicó el 17 de marzo de 1966. El 4 y 5 de abril de 1864 erigió las parroquias de San Miguel y del Coecillo, respectivamente. El 1 de febrero de 1865 instaló en su Catedral al Venerable Cabildo. Fundó parroquias en la Diócesis, que llegaron a ser 27 al tiempo de su muerte.

Comienza a construir el atrio catedralicio, como monumento a la María Santísima de la Luz, el 4 de julio de 1878 y lo termina el 17 de marzo de 1880. Consagró su diócesis y las demás diócesis mexicanas al Sagrado Corazón de Jesús en agosto de 1875.

Se dice que Diez de Sollano no solo destacó pastoralmente, sino que también en el plano académico.Fue rector de la Nacional y Pontificia Universidad de México de 1856 a 1864.

Desde el punto de vista de la filosofía se le considera dentro del grupo selecto de humanistas mexicanos teniendo como filosofía preferida la Aristotélico-Tomista. Fue un gran devoto de Santo Tomás de Aquino y toma la iniciativa de fundar la Academia Filosófica-Teológica bajo el nombre del mismo santo.

Se le considera como un gran opositor al pensamiento liberal antieclesiástico. Expidió 22 Cartas Pastorales, desde el 22 de febrero de 1864, hasta el 29 de noviembre de 1879, contra el Protestantismo, sobre las Sagradas Escrituras, estatutos disciplinares diocesanos, contra la Masonería, contra las Leyes de Reforma de Juárez, sobre la Enseñanza Católica, sobre Estatutos Diocesanos, sobre la filosofía de Santo Tomás de Aquino, sobre el Sacramento del Matrimonio, Disciplina Eclesiástica, etc.

Dentro de sus estudios, destacan varios tratados sobre la Virgen de Guadalupe y las apariciones del Tepeyac y él acuña la famosa frase: “non fecit taliter omni nationi” (a ninguna otra nación ha honrado así en la tierra). Sobre la misma Virgen María, realiza varios sermones en torno a la Inmaculada Concepción, donde defiende dicho título y dogma que había sido declarado el 8 de diciembre de 1854 por S.S. Pío IX en la bula Ineffabilis Deus. DE hecho, es él quien regala al Seminario de León la imagen de la Inmaculada Concepción conocida más fervorosamente como “Virgencita del Seminario” que actualmente se venera y tiene su capilla en el Seminario Mayor.

Mons. Díez de Sollano y Dávalos tenía un parentesco con San José María de Yermo y Parres y fue debido a ello que el santo decide ingresar al Seminario de León. El mismo prelado lo ordenó sacerdote.

Murió santamente en León el 7 de junio de 1881. Sus restos descansan a la entrada de la Catedral de León. Su gobierno pastoral duró 18 años.

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