
Mons. Juan Frausto Pallares
Mons. Juan Frausto Pallares Nació en Tomelópez, Municipio de Irapuato, Guanajuato, el 10 de julio de 1941; sus padres fueron el Sr. Luciano Frausto Rodríguez y la Sra. Aurelia Pallares Camacho es el último de doce hermanos.
A los 8 años inició sus estudios de primaria en la ciudad de Irapuato, Gto., para terminarlos en la Escuela Apostólica del Seminario Diocesano de León en donde ingresó a la edad de doce años y en el mismo Seminario cursó todos sus estudios eclesiásticos.
Recibió la Ordenación Sacerdotal el 21 de junio de 1968 en la Santa Iglesia Catedral de León, por ministerio del VIII Obispo Diocesano S.E.R. Mons. Anselmo Zarza Bernal.
En su ministerio ha desempeñado los siguientes cargos:
- 1968 Mes de Septiembre. Vicario Cooperador en la Parroquia de San Francisco de Asís, San Francisco del Rincón, Gto.
- 1969 Mes de Octubre. Prefecto de disciplina de los Latinos Mayores.
- 1971 Mes de Septiembre. Capellán del Sanatorio San Francisco en la Ciudad Episcopal.
- 1973 Mes de junio. Vicerrector del Seminario Menor Diocesano.
- 1975 Mes de julio. Capellán de la iglesia del Señor de los Milagros en la Ciudad Episcopal y luego su primer párroco cuando en diciembre de 1977 pasó a ser parroquia, hasta la fecha.
- 1978 Mes de abril. Miembro del Secretario Diocesano de Evangelización y Catequesis.
- 1997 Responsable del Area Pastoral en la Comisión para el Presbiterio Diocesano.
- 1998 Mes de febrero. Vicario Episcopal para la Zona Pastoral Norte (Decanatos Señor de la Salud y San Felipe Ocampo), hasta la fecha.
- 2001 Mes de febrero. Miembro del Equipo Coordinador para el Diaconado Permanente.
- 2002 Mes de abril. Capellán del Cementerio Municipal Norte en la Ciudad Episcopal.
- 2004 Mes de noviembre. Recibe el titulo Pontificio de Monseñor
- 2005 10 de diciembre. Nombrado por su Santidad el Papa Benedicto XVI Obispo Titular de Vagrauta y Auxiliar de la Diócesis de León.
Su vocación
Dios se valió de sus padres para hacer surgir, motivar y animar su vocación, pues ellos fueron los catequistas de la comunidad de Tomelópez por muchos años; como encargados de la capilla y del culto, atendían con esmero a los sacerdotes que cada ocho días celebraban la misa dominical, les ofrecían también el almuerzo, pues el ayuno eucarístico en ese tiempo implicaba no tomar alimento, ni siquiera agua, desde la media noche anterior hasta el momento de la comunión y a veces la misma se celebraba ya muy avanzada la mañana.
En la parroquia del Señor de los Milagros se trabajó intensamente por inculcar en los fieles el amor a Jesucristo en la Eucaristía, mediante una buena participación en la celebración eucarística, tanto en los templos como en las calles, e igualmente a través del culto eucarístico fuera de la misa; se ayudó a madurar en la fe a toda la comunidad a través de la catequesis, Círculos Bíblicos y predicación en centros domiciliarios.