Hoy la Iglesia celebra el nacimiento de la Santísima Virgen María. Aunque no se conozca la verdadera fecha de tan gran acontecimiento, no podía dejar de “celebrar con júbilo el nacimiento de la Santísima Virgen María, de la cual nació Cristo, nuestro Dios y Salvador.
Hija de Joaquín y Ana, la Virgen María fue elegida por Dios, no como un simple instrumento para dar cuerpo humano a su Hijo- como afirman quienes pretenden disminuir la grandeza de María-, sino elegida para ser la Madre de su Hijo. Para ello era necesario que Dios la hubiera mirado con amor antes que a cualquier otra criatura. No en vano Santa Isabel, llena del Espíritu Santo, la proclama “Bendita tú entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre” (Lc 1, 42).
Por eso, la Iglesia, sabiendo que María ocupa un lugar único en la obra de nuestra salvación, no deja de exhortar a los cristianos a honrarla como es debido.
En éste día el cristiano celebra el “cumpleaños” de su Madre celestial, uniéndose a todos los que, como él tienen en común la misma Madre.